jueves, 21 de febrero de 2013

RECETA DE FIAMBRE DE PATO TRUFADO

Estrenamos la sección de recetas con una riquísima y sencilla receta de fiambre de pato trufado.



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Esta receta admite todas las variaciones que se os puedan ocurrir. El punto de partida, en mi caso, son los rellenos que mi madre preparaba para aquellos pavos o capones, tan esperados, de la Navidad y, posteriormente, un fiambre que solía hacer mi hermana Anamari.
La relación esfuerzo en la cocina-resultado es una de las más gratificantes pues, como casi siempre, la clave son las materias primas y la técnica. El fiambre da un resultado espectacular y es muy cómodo pues lo serviremos tibio (mejor que frío), con lo que lo podemos tener preparado de antemano. Da buen resultado con cualquier carne, incluso con ternera, aunque en este caso carecerá del aroma típico de las carnes de caza.
Ingredientes:
  • Una trufa pequeña, de aproximadamente 15 gr (también se pueden usar trozos de   trufa que utilicemos para otras recetas).
  • Una copa de brandi (cognac, armagnac…)
  • Una pechuga de pato salvaje
  • Una pechuga de pato de granja (magret)
  • 100 gr de papada de cerdo
  • 1 huevo
  • Una miga de pan
  • Medio vaso de leche
  • Sal y pimienta

Elaboración:
En un bol mezclaremos las carnes que habremos picado previamente (mejor si el pollero, carnicero, las pasa juntas por la máquina) e iremos añadiendo todos los ingredientes: la miga remojada en leche (da muy buen resultado una porción de pan de molde sin la corteza), el brandi, el huevo batido, la trufa picada la sal y la pimienta.
Lo pondremos en un molde de horno, apretando bien,  y en la bandeja en que lo cocinemos,  echaremos agua. Es mejor cubrir el molde, con papel de aluminio, para que no se forme costra. Lo mantendremos, en horno precalentado,  20 minutos a 180 grados. Podemos pinchar el fiambre con un palillo o la punta de un cuchillo, para asegurarnos de que está hecho, pero tened en cuenta que no conviene hacerlo demasiado, pues quedaría seco.

Presentación
Si queremos que dé un resultado compacto, para poder cortarlo más fino, pondremos un peso sobre el fiambre mientras se enfría. Cuando haya perdido calor, lo desmoldamos, y reservamos los jugos que habrán quedado en el molde.
Para servirlo lo cortamos en lonchas, lo disponemos en un plato, y lo acompañamos de huevo hilado (opcional, claro), o de ensalada verde. Sirviendo en salsera, caliente, el jugo que habíamos reservado.

La Trufa: Tenemos varias opciones. La mejor, desde luego, es una trufa fresca, pero también nos sirve una trufa que hayamos introducido en brandi unos días, o semanas antes. En su defecto podemos comprar una trufa en conserva pero deberéis leer con cuidado la etiqueta y sólo comprar aquella en la que ponga “Tuber melanosporum”. En este último caso, lo que incorporaremos a la carne será el jugo de la conserva.

3 comentarios:

  1. Tiene muy buena pinta, pero es difícil encontrar carne de pato salvaje. ¿Qué otra la podría sustituir?. Gracias.

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    1. La carne de pato salvaje tiene un sabor muy especial, pero podríamos sustituirla por otras carnes de aves, sobre todo si son de caza (perdices, torcaces...). Lo más sencillo es hacerlo con pato de granja. Otra solución es mezclar ternera y cerdo. También da buen resultado hacerlo mezclando gallina a la picada anterior. En este caso, queda muy bien intercalar tiras de pechuga de la gallina, entre la carne picada.

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    2. Muchas gracias. Probaré y te lo cuento, ¡seguro que está rico!

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